Moría en silencio
mientras escuchaba tu voz
y admiraba como todos volaban
cerca del cielo
posando donde existe comida y aliento.
Iluminaba una vez mi mundo
aquel hermoso beso
que me dejo atado al eterno recuerdo
de noches en velas y días siniestros.
Muere a mi lado el deseo de vivir
las ganas de existir
la música, el sonido, la luz
tu mi amor que me sacaste de la oscuridad
me llevaste a la soledad
para no volver nunca más.
Aproveché ese momento
para conocer el cielo de los doloridos
el camino angosto y estrecho sin destino.
Volví a ver por un segundo la luz
y se rió de mi Lucifer
mientras gritaba:
ahí te quedaras, sin derecho a morir!
simplemente sufrir por la eternidad
y acompañado de él me reí yo tambien
para gozar del dolor y vivir por la eternidad
en el cielo de los doloridos.
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